miércoles, 26 de febrero de 2014

RELATOS de las Experiencias con mi Sifu: La lección del Té

Hace tiempo ya, cuando entrenaba y aprendía en la casa de mi Maestro, en cierta ocasión que estábamos ambos haciendo Chi Sao, yo no podía disolver la fuerza de la presión que mi Sifu hacía sobre mis brazos, y obviamente su puño tocaba varias veces mi cuerpo.
Me puse algo desconcertado con eso, dado que mi técnica de Chi Sao no era mala y mi rapidez en puños era bastante sorprendente en ese tiempo (él me había entrenado muy bien en eso). Pero aún así, no encontraba el equilibrio necesario para desarrollar la capacidad de "escuchar" atentamente las manos de mi Sifu haciendo Chi Sao con él.

Luego de 3 horas de ese entrenamiento, y como no lograba cerrar correctamente las puertas por donde entraban los puños de mi Sifu, decidí preguntarle, qué tenía que hacer ?, o cómo debía hacerlo ?, para poder usar eficientemente mi técnica junto a mi rapidez, incluso cuando -como en ese momento- ya estaba yo algo cansado.
Creo que no llegué a preguntarle mucho con palabras, él ya sabía lo que yo buscaba (en mi instrucción, él siempre pareció "conocer" mis preguntas antes de que yo las hiciera por completo). Yo menciono esto, porque en esta ocasión yo lo vi sonreír mientras me indicaba que vayamos a tomar un descanso.

En los descansos, era yo quien generalmente preparaba un , calentando agua en una vieja pava en una hornalla que teníamos a la derecha de la puerta de entrada del Kwoon. Pero... esta vez (por eso lo recuerdo muy vívidamente ahora), fue mi Sifu quien calentó el agua y preparó el té.

Nos sentamos en un viejo banco que estaba al lado del Muk Yan Jong (algunos de mis estudiantes, que hoy día ya son Instructores -Luis Leonardo Villano y Alejo Velazquez- y que me han acompañado algunas veces a la casa de mi Maestro en Foshan -China-, seguramente recordarán estos elementos y la ubicación que menciono de ellos dentro del pequeño Kwoon familiar).

El caso es que nos pusimos a tomar té. Por unos instantes, ninguno de los dos mencionó palabra. Mi Maestro siempre me dijo que él prefería el lenguaje del cuerpo al entrenar Ving Tsun (algo que me repitió durante años). Y allí estábamos, los dos sentados sin mediar palabra, disfrutando de un vaso de té caliente. En su momento me indicó que no me apurara al tomarlo, incluso porque estaba bien caliente. Como no hablábamos, lo único que se me ocurrió en esos momentos fue "mirarlo" mientras él tomaba su té.
Les cuento...

Observé que "antes" de beber el té, él se relajaba, inspiraba un poco y bien suave, casi de manera imperceptible, pero yo lo observaba. Tomaba con cuidado porque estaba el agua caliente, pero el vaso que también estaba caliente (a mí casi.. casi.. me quemaba la mano) estaba firme en su mano y su movimiento al llevarlo cerca de la boca despegaba rápido desde la postura donde descansaba, pero al acercarlo a su boca el control "del sorbo" era -diría yo- perfecto. Eso no fue todo lo que le observé.

También me llamó la atención su "mirada". Mientras disfrutaba del té, miraba algún punto delante de él, algo ambiguo de describir porque su mirada era calma pero muy "inquisidora", viva, y al mismo tiempo parecía no "mirar" nada en particular. Y allí estábamos los dos, disfrutando de un té y un descanso sentados en un viejo banquito largo, en una tarde de muchísimo calor. Sin hablar...

Después de un largo rato, mientras yo lavaba los vasos para dejarlos en su lugar por encima de las hornallas, mi Maestro como si hubiésemos estado hablando durante todo el tiempo en que tomábamos té, me dijo:

- Inhalar suavemente para relajar el cuerpo y el pensamiento. Al hacerlo suavemente usted se relaja. En Chi Sao, usted debe estar relajado para ser firme en sus acciones.
- Ser meticuloso en la acción técnica. Pequeños ángulos abren grandes puertas.
- Use su Fan Sao para despegar su mano rápidamente cuando sienta la oportunidad mientras se encuentra adherido.
- El control de los golpes proviene de no buscarlos, así usted llega con sus puños.
- No se pierda observando a su oponente... siéntalo !. Usted está allí.

TODAS las respuestas a mis inquietudes estaban allí !

...luego ?
Luego nos fuimos entrenar un rato más hasta la hora de la cena.

Les recuerda algo ?
Pues así es, esa fue la lección del Té que él me regaló.
Saben ustedes porqué les comparto esto ?
Lo hago a sabiendas de que el tiempo pasará, pero a través de este relato... la enseñanza perdurará.

Saludos cordiales, y muy buena práctica marcial para Todos !
(Copyright © Neldo Sacomani)

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